Por Karla García Villalobos Lobo
Hoy en día vemos contenido en redes sociales, en la televisión, en distintos medios de comunicación que enfatizan el body positivity, es decir el que todos los cuerpos son hermosos, que debes amar tu cuerpo tal y como es, que tu cuerpo es perfecto. Pero… ¿Cómo verdaderamente puedo amar mi cuerpo si me han enseñado y he crecido con la idea de que los cuerpos bonitos son aquellos que están delgados, marcados, que no tienen estrías, cicatrices, celulitis, o inclusive que no tienen esos pliegues que se forman en la espalda o en el abdomen? ¿Cómo amarlo y no odiarlo si a pesar de que nos dicen que todos los cuerpos son hermosos aún somos de cierta manera forzados a seguir dietas restrictivas, a seguir y hacer workout abs, y cuando aún en muchas tiendas las tallas grandes siguen siendo chicas?
Te voy a ser muy franca, y es algo que en estos días aprendí y de lo que me di cuenta. No siempre vamos a amar nuestro cuerpo, porque siempre habrá alguien mucho más atractivo, más delgado, más marcado que te lleve a cuestionar tu físico y lo digo porque esto ocurre más seguido de lo que crees y sobre todo cuando vamos a la playa, cuando vemos diferentes cuerpos en bikini, etc.
Siempre habrá días en los que te mires al espejo o te saques una foto y no te guste lo que estás viendo. Habrá veces en los que ni siquiera las afirmaciones positivas te ayuden a evitar sentirte incómoda con tu cuerpo y puede
que duré más de un día, es normal, a todos nos pasa inclusive a aquellos instructores de yoga, de indoorcycling, spinning, barre, a las psicólogas y psicólogos, a los nutriologos y nutriologas, porque no importa la profesión, ni la edad, ni el sexo, etc, a todos nos pasa, somos humanos y tenemos sentimientos.
Ahora, esto no quiere decir que no podamos dejar de odiar nuestro cuerpo, porque sí se puede y debemos hacerlo. Pero antes de darte algunos tips, es importante que entiendas que para logarlo esto debes de trabajar en abrir un camino hacia la tolerancia, luego hacia la aceptación y finalmente hacia el amor. Es decir, en lugar de aspirar todo el tiempo al “Soy hermosa / amo mis imperfecciones”, aspirar al “puede que no me guste como me veo en este momento, pero voy a aprovechar al máximo lo que tengo hoy.
Pero, ¿por dónde puedo empezar o que puedo hacer?
1. Confía en tu cuerpo: debes entender que tu cuerpo no se ensanchará o se inflará sólo porque te comiste unos cuántos pedazos más de pizza. Tu cuerpo es tu casa y es poderosa porque puede resistir huesos rotos, trabajo de parto, cambios de temperatura drásticos, etc. Esto no quiere decir que no debas de alimentarte sanamente o que no debas evitar caer en la rutina de las comidas reconfortantes y en no comer saludable. Pero castigarte por cada vez te desvías del rumbo y preocuparte de que no vayas a pesar 100 gramos más al día siguiente no es vida.
Para construir esa confianza con tu cuerpo haz una lista de todas las cosas positivas que tu cuerpo ha hecho por ti, de tus fortalezas, tus motivaciones y de tus pensamientos positivos. Por ejemplo puedes incluso escribirle de vez en cuando una carta de agradecimiento a tu cuerpo.
No importa la extension, el agradecer te ayudará a recordar que tu cuerpo no es malo y que hace cosas increíbles por ti.
2. Olvida los números: debes entender que todo toma su tiempo. Tu actitud con respecto a tu cuerpo no va a cambiar de la noche a la mañana. Cualquier tipo de crecimiento toma y consta de paciencia y cuidado. No te castigues, ni te peles contigo misma cuando no te sientas bien con la persona que ves en el espejo. Habrá días en donde te sientas mal y habrá días en los que te sientas feliz y viva, así es la vida. Tienes que confiar que con el tiempo lo bueno pesará más que lo malo.
Trata de medir otra cosa, en vez de estar continuamente midiendo tu cuerpo y pesándolo, mejor comienza a enfocarte en cuantas veces sonreíste hoy o en cuantos cumplidos recibiste.
3. Convierte en tu mejor amiga: piensa en aquello que le dirías a tu amiga si estuviera o la escucharás hablar mal de su cuerpo. Te apuesto a que no te sumarías a su plática y tampoco estarías de acuerdo, más bien seguro le dirías que esta loca, o que no es cierto que se ve hermosa y preciosa.
Haz una lista de las respuestas positivas desde la perspectiva de un amigo o amiga. Puedes empezar por hacer tu una lista de todas las cosas negativas que piensas sobre ti y luego pedirle a unos cuantos amigos o amigas que hagan una lista con características, cumplidos y afirmaciones que mejor te describen.
4. Rodéate de cosas buenas: analiza y trata de considerar si las personas con las que te juntas influencian de cierta forma en cómo te sientes acerca de tu cuerpo y aspecto. ¿Tienes amigos que hablan todo el tiempo mal sobre sus cuerpos? ¿Tienes familiares que ponen como prioridad su apariencia sobre su bienestar?, Mantente alerta e identifica cuando realmente llegan esos pensamientos negativos, con quién estás cuando esto sucede. También cuida lo que vez. Puede ser que hayas aprendido a odiar tu cuerpo de manera inconsciente y que hayan influenciado en ti ciertas personas.
Sigue a personas que inspiren, qué motiven, que verdaderamente influyan de manera positiva en los demás.
5. Haz un plan de paz corporal: crea una hoja de ruta. Haz una lista de las diferentes cosas que harás para aceptar tu cuerpo cada día. Haz un espacio en tu agenda, con la finalidad de tener un tiempo para sentarte a reflexionar sobre todos aquellos pensamientos negativos y para practicar un poco de gratitud.
Algunas declaraciones que puedes incluir en tu plan paz corporal puede ser: yo voy..., yo no voy a... , yo escojo... , esta bien si...
Hagamos las paces con nuestro cuerpo, mejoremos la relación que tenemos con él, cuidemos de él y procurémoslo. Nuestro cuerpo es maravilloso y no tiene la obligación de parecerse o de ser como el de alguien más. Hace mucho por nosotros, reconectemos con él y agradezcámosle por todo.
¿Estás lista para empezar este camino y de hacer las paces con tu cuerpo?, en conquistarte creamos este plan increíble para ti ¡Conquistándome! en donde lograrás nos solo mejorar la relación con tu cuerpo, también lograrás conocerte más a fondo, descubrir cosas nuevas sobre ti, aprender a lucir tu cuerpo y a transmitir quién realmente eres. Conquístate y conquista tu cuerpo. ¿Qué esperas?