Por Karla García Villalobos Lobo



¿Cuál es el primer pensamiento que se te viene a la mente al escuchar la palabra fit o fitness? Estarás de acuerdo en que por lo general tendemos a relacionarlo con un bajo porcentaje de grasa, el ser atlético, llevar un plan de alimentación estricto, comer ensalada, lechuga y casi nada de grasa, con un cuerpo marcado, abdomen plano, demasiado ejercicio, bueno podría continuar con mil y un más adjetivos, palabras, frases, etc.
Cuando recién entre a este mundo de la “vida fit” o bien a lo fitness, lo hice pensando en todo lo mencionado arriba, mis objetivos y mi motivación se basaban en querer llenar esas expectativas, creyendo que todas esas ideas era la definición correcta de fitness o bien de ser una persona fit. Largas horas de entrenamiento, planes de alimentación sumamente restrictivos, con alto nivel de estrés todos los días, frustración, momentos de insatisfacción, excesos y todo por querer pertenecer y formar parte de este estereotipo. Si, así es