Por Paulette Hernández



“Ser tu mejor versión” es una de las frases y slogans publicitarios que encontramos más frecuentemente en tiendas de belleza, autocuidado, deportes y un sinfín de establecimientos que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas.
Sin embargo, “ser tu mejor versión” también implica trabajar profundamente en tu interior; generar una transformación que pueda ser sostenible a largo plazo.

La mayoría de las veces llegamos a pensar que si cambiamos nuestra imagen exterior, al vernos al espejo, recuperaremos la confianza, la autoestima y nos sentiremos más segur@s.
Después de un cambio de look, de guardarropa, una asesoría de color o un personal shopping, nos sentimos renovadas. Al vernos en el espejo sentimos que recuperamos la confianza y la autoestima; que nos recuperamos a nosotras mismas.
Sin embargo, después de unos meses, notarás que ese ánimo y esa motivación van bajando y poco a poco, se va perdiendo ese “feeling”.
Te darás cuenta que si no trabajas en conocerte, en transformar la percepción que tienes de ti misma, evaluar tu sistema de creencias, aprender a validarte, reconocerte y aceptarte, será difícil que esa transformación externa se siga sintiendo fresca a pesar del tiempo.