Por Karla García Villalobos
La imagen personal es uno de los pilares más importantes en la que descansan los códigos de comunicación no verbal. Es una construcción, es algo vivo, que se crea y se modifica, que proyecta el yo de una persona. Somos capaces de entender muchas cosas acerca de una persona con tan sólo ver cómo se presentan, ya que a través de la ropa, los colores, los gestos, los ademanes, las posturas podemos recibir una gran cantidad de información como por ejemplo: la profesión, personalidad, gustos, preferencias, entre muchas otras cosas.
A través de nuestra apariencia, de nuestra imagen personal somos capaces de expresar y comunicar si somos cordiales o agresivos, abierto o de pensamiento estructurado, contamos nuestros gustos, nuestro nivel educativo, si nos respetamos a nosotros mismos o no. También expresamos nuestros ideales y fundamentalmente, revelamos cuál es el concepto que tenemos de nosotros mismos y nuestra seguridad. Todo esto sin necesidad de abrir la boca o bien de hacer uso de la palabra.
Todos contamos con una imagen personal, sin embargo cabe señalar y recalcar una cosa, cuando hablamos de imagen personal o física no nos referimos solo a lo superficial, a lo externo si no también a lo que hay dentro de nosotros, es decir, la imagen interna.
Ahora trabajar la imagen externa es una manera operativa de lograr la brecha entre quien soy, quién aparento ser y cómo me ven. Sin embargo es importante trabajar de la mano con 4 factores indispensables que son los 4 soportes del YO más sólido y saludable.
Porque tener estilo y vestirte bien tiene que ver con el trabajo interno, reconocimiento de mi propia esencia, con la atención que me doy a mi mismo y a mi imagen, así como el empeño por lucir bien y sentirme bien desde el interior. Para así poder presentar siempre lo mejor de mi, destacar todas aquellas cualidades, características que me hacen original y unic@.
Pero, ¿Cuál es la función de un asesor de imagen personal?
El recomponer esa relación imperfecta, reacomodar los conceptos de cuerpo, imagen e identidad para que convivan más armoniosamente a partir de la aceptación de las propias particularidades, la concientización de los defectos pero también de las virtudes que poseemos. Promover la reflexión y el cuestionamiento de los ideales con el fin de construir una imagen personal a partir de valores como la libertad, la igualdad, el respeto, la aceptación de las diferencias. Estimular conductas que no afecten la salud ni el desarrollo integral de las personas: ayudándolas a sentirse mejor consigo mismas con y no a pesar de sus particularidades, apuntando a la valoración la riqueza que se da en la diversidad de tipologías corporales y de etnias. Y lograr que el cliente encuentre una relación perfecta y armónica entre su aspecto exterior e interior, para que así pueda sentirse más satisfec@hs consigo mism@ y más feliz.
El trabajar con el cuerpo real, mostrar las partes positivas y ponerles valor, contribuye a aliviar la tensión que muchas veces surge de la enorme diferencia que hay en algunos casos entre la imagen real y la imagen ideal de si mismo. Por eso es fundamental que el asesor de imagen sea consciente de: que los modelos hoy exigidos son imposibles de lograr y de la valorización de los aspectos positivos de cada quien mas de los imperativos culturales estéticos regentes en la actualidad.
A través de una imagen trabajada podemos transmitir nuestros talentos, lo cual es innegablemente positivo en el momento que nos toca vivir, donde la comunicación está en un lugar privilegiado. La imagen personal no sólo en su vertiente de vestuario, maquillaje y peinado sino también en la oratoria, relación con el entorno, modales, es el catalizador de las características internas.
El vestuario comunica, habla de cada quien, pero el problema radica en aquellos casos en que lo que trasmitimos a través del vestuario no tiene conexión con nuestra ética, ideología y filosofía de vida. Ej: Cuando nos disfrazamos en lugar de vestirnos, por que el disfrazarnos conlleva una carga de energía psíquica muy grande, como toda mentira, y el precio de sostenerlo es alto.
La imagen personal debe ser una reflexión sobre nosotros mismos, tu imagen es tu marca personal y por lo tanto debes cuidarla. Re-construir la imagen personal y re-acercarla de alguna manera mejora tanto nuestro estado de ánimo como la relación que tenemos con nuestro entorno social, al no sentirnos como objeto de la mirada reprobatoria o de horror de otra persona o personas.
¿Estás lista para invertir en ti y en tu imagen personal? Adquiere tu servicio de imagen personal y se una persona más confiable y segura de sí mism@. Proyecta la persona que eres, resalta tu cuerpo, tus calidades y hazlas lucir. Aprende a vestir con lo que te favorece, a cambiar y combinar la ropa, los accesorios, los colores y conoce tu estilo, reconoce tu esencia, conoce tu tipo de cuerpo, tipo de rostro.
Muchas muchas gracias, muy cierto y de mucha ayuda e importancia,.